jueves, 5 de febrero de 2015

Celiacos en el trabajo. ¿En tierra hostil?

¡Hola a todos!!

Qué penita de mi blog medio abandonado. Echo muchísimo de menos estar aquí cada día y leer vuestros comentarios. Echo de menos cocinar y "parir" cosas nuevas, investigar, probar y compartirlo. Que os guste, que probéis vosotros también, que os salga bien y que me lo contéis. Quiero volver, pero ahora no puedo estar al 100%. 

Y os cuento por qué y qué está pasando en mi vida y cómo mi vida sin gluten, de celiaca, también se ve afectada.

Tengo un trabajo nuevo. No es el trabajo de mis sueños ni me tiene entusiasmada, pero es lo que hay y ahí estoy, dándolo todo en un horario infumable que me tiene sin vida.

¿Y qué tiene esto que ver con este blog y su tema?

Para empezar, ahora soy una mujer tupper. No intentes escaquearte de esto. No hay lugar a la improvisación si luego tienes que ir a trabajar a un sitio en medio de la nada y donde lo único que puede salvarte la vida es un sandwich de máquina. Como celiaco, estás vendido. No hay opción.




No hay café, porque también es de máquina. Ya sabéis, esas máquinas de cafés "del mundo", capuchino, caramelo, cacao, chocolate blanco ... Suena bien, pero tampoco podemos. Así que también he sido una mujer "termo" hasta que a alguien se le ha ocurrido comprar entre unos cuantos una máquina para capsulitas. Salvada en esto al menos.




Día sí día también, es la fiesta del gluten. Se celebra la Navidad, se celebra el Fin de Año, se celebran los Reyes, los cumpleaños, si se va un compañero, si se casa ... Se celebra absolutamente todo. Se celebra con gluten, con todo el gluten de mundo: con bollos, con tartas, con pan, con bombones, con empanadas ... hoy traemos roscón y mañana palmeras de chocolate, pasado una tarta de cumpleaños y la semana que viene canapés. Lo que no tiene gluten, que a veces lo hay, es un nido de migas. Se paga a escote y todos muy contentos. 



Yo, que era una celiaca feliz, que tenía controlado mi mundo: familia, amigos, compañeros, bares que frecuento, yo, que vivía rodeada de gente que me cuida y que me mima, que me deja elegir el restaurante y lo que pedimos, que ha aprendido a comprar y cocinar para nosotros, me siento completamente fuera de cada celebración, lejos, distante, porque soy la nueva y porque no puedo comer de nada. Ya he tenido que revelar mi rollo (cómo no) a gente que no conozco, para no parecer, encima, una estirada que no entra en su juego. Y tengo que aguantar casi cada día el "ah, que tú no puedes" y el "ay, pobre". 

Pero ¿sabéis qué? Por primera vez en mi vida esta será una batalla perdida porque no habrá lucha. No voy a explicar cada día que yo no puedo, no voy a explicar lo que sí y lo que no y no voy a esperar a que nadie se implique y aprenda.

Estoy cansada y no me apetece. 

De momento ...

¿Qué tal vosotros en el trabajo?


14 comentarios:

  1. Como te entiendo Nuria!!! Pero piensa que por lo menos fuera del trabajo se te comprende y acepta al 100%. Que piensan en ti al programar las celebraciones... Algunos no tenemos ni eso....
    Cris cristina

    ResponderEliminar
  2. Yo alguna vez me he sentido muy mal, hasta con ganas de llorar de impotencia, con la típica mema que trae la caja de nevaditos cada 2 semanas y siempre viene a ofrecerte... menos mal que sabe que soy celíaca desde hace 11 años, que sino me los mete en la boca!!
    A veces se pasa fatal, pero alguna vez (pocas, por desgracia) hay alguien que te sorprende porque se ha acordado de ti ;)
    Ánimo!!!!

    ResponderEliminar
  3. pues si, el dia a dia del curro. en el mio existe el pizza day que son los ultimos viernes de mes, se piden pizzas y se come.. peeero yo no, porque la mia la pago yo si la quiero..

    ahora porque después de mucho he conwseguido el cambio de horario por la celiaquía, porque me veia apagada, sin ganas, y cogiendo la puerta de un momento a otro, pero he vivido pegada el tupper, al thermo, y a limpiar el microhondas todos los días ya que nosé porqué la gente es una cochina y para cuatro mocos que somos dejan sus queridos platos esparcidos por todo el micro...
    antes de ser celiaca mi jefa me subía todos los dias el aperitivo que la ponían con el café, un bollito, unas galletas, en una servilleta, de vez en cuando se la olvida a la pobre y me lo sube y me dice ayy... perdona. pero los compañeros son mágicamente capullos y traen cosas me las enseñan me repiten lo riquisimo que está y acto seguido tu no puedes...

    el dia a dia, ánimo Nuri!! todo sea por el sueldo a principios de mes, carita feliz a todo y ea! que les de una cagalera jajajajajajajaa

    ResponderEliminar
  4. Nuria!!! ¿De qué me sonará eso? En mi trabajo es exactamente igual. Todas las celebraciones con gluten. Tan sólo después de 4 años dos personas se han acordado de mi, y una de ellas ya no está. Te sientes un poco el bicho raro que no comparte. A mi me siguen diciendo : Pásate por la sala de reunión que hoy es el cumple de .... y ha traído desayuno!!! Qué rábia!!
    Dan ganas de no invitar a nadie cuando es tu cumple... pero en cambio... siempre llevo algo, sin gluten, por supuesto, para que VEAN TODOS QUE SI SE QUIERE SE PUEDE! ¿Tendrán remordimientos?
    Ánimo Nuria!!!

    ResponderEliminar
  5. Ah Nuria como te entiendo. Al 100%. La vida del celiaco en su casa en fácil: todo limpio, todo sin contaminación, todo comprensión. Pero fuera... tu lo has definido perfectamente: en tierra hostil.
    Yo he llegado a la conclusión de que a veces es mejor pasar de la humanidad. Es duro, cansado y cansino estar siempre explicando cosas para que encima, te miren luego con indiferencia o con compasión. Aunque de vez en cuando me sale la rabia y entonces la monto.... jajajaja.
    Mucho ánimo. Nosotras PODDEMOS (sin connotaciones políticas... jaajajajajajaja)

    ResponderEliminar
  6. ¡Uf! Pues sí, a la oficina hay que ir armado de tupper, termo y todo lo que haga falta. Será que yo nunca he sido muy sociable, pero lo de las celebraciones me da absolutamente igual, jamás he ido a una cena de empresa ni nada por el estilo antes de saber que era celíaca, así que no me voy a rasgar las vestiduras ahora. Supongo que también ha influido que he rotado por varias empresas y no he tenido tiempo de hacer pandilla en ellas; quien lleve tiempo en un trabajo y esté acostumbrado a cierta vida social en el mismo, lo va a pasar peor emocionalmente. Y supongo que también depende de lo mal que se haya llegado a estar: yo me veía con cuarenta años y con una salud como si tuviera ochenta, estaba muy preocupada por el futuro de mi familia y el mío propio porque había días que ni fuerzas tenía de levantarme de la cama y me pasé años de médico en médico que me decían que no me pasaba nada, así que haber vuelto a nacer (literalmente, es así como me siento) hace que las molestias se compensen muuuuucho.
    Te recomendaría cuidado con las barras de pan en la mesa del comedor laboral: yo he tenido que llegar a pedir que no la pasen por encima de mi tupper esparciendo migas, que encima me suelo sentar en una esquinita por evitar que lleguen a mi comida. Por suerte, si se lo explicas con un poquito de cariño, en general esto me lo han respetado.
    Otra cosa: mi reserva de comida "por si acaso" ha llegado a ser la envidia de la oficina "¡Cómo os cuidáis los celíacos!". Tener algún caprichito exclusivo para ti a mano te puede ayudar a pasar los momentos en que la gente comparte pastas y galletas, si eso te hace sentir un poquito apartada de los demás.

    ResponderEliminar
  7. Hola! Yo soy intolerante al gluten, lactosa, café, cacao... Asi que ya ves igual que tu, con el tupper todos los días
    Saludos!!

    ResponderEliminar
  8. Ups! Qué baño de realidad me has dado! No quiero ni pensar cómo serán las cosas cuando mi hija empiece a trabajar! Ella también está acostumbrada a que la cuiden y se preocupen de su comida!

    ResponderEliminar
  9. Que comprendida me siento, todo el dia con el tupper a cuestas, aunque tengo que reconocer que con mucha paciencia mis compis se lo han aprendido y me tratan de fabula, eso si el dia que no estoy se van a comer al chino para aprovechar

    ResponderEliminar
  10. Hola Nuria

    Como te entiendo ||| , te diré que yo estoy diagnosticada desde hace año y medio y que mi trabajo implica además de reuniones sociales ,comidas fuera de casa , viajar . Además de Celiaca me diagnosticaron a la vez alergia alimentaria al huevo , cacahuete y mostaza que eso es peor por que cuando se cuela algo de eso acabo en urgencias y ya van 2 veces ( de hecho ya llevo la inyección de adrenalina por si acaso )

    Estoy hasta el gorro de que la gente de por hecho que con que tengan productos para celiacos ya sepan los protocolos que no hay problema y que si comes un poquito no pasa nada !!! que no pasa nada !!! veremos si tuvieran ellos que tener en puertas un Shock anafilactico si tuvieran que pasarse 2 días vomitando con diarréas y muchos dolores a ver que les parecería . Vamos el colmo fue el otro día cuando un compañero de trabajo me saltó que no era para tanto que en el hotel había productos dietéticos y lo dijo tan pancho como si con eso ya estuviera todo solucionado . Cuanta ignoráncia hay todavía sobre nuestro mundo y los problemas que tenemos .

    No soy persona mala pero hay dias cuando te hacen tanto daño y te ves tan aislada que desaría que por una tarde aunque solo fuera se vieran en nuestra piel a ver que pensaban luego .

    Siento el rollo pero hoy no ha sido un día facil en este aspecto y al leer tu comentario me he sentido tan identificada que me he indignado .

    Hay que luchar más por nuestra seguridad e intentar explicar con cariño a la gente lo que nos ocurre aunque algunas veces caiga en saco roto .

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. No siempre se tiene cuerpo para pelear y se necesita de cierta empatía de los demás.. a ver si abren el ojito y te cuidan un poquito hombre!!!

    ResponderEliminar
  12. Lo primero, felicidades por el trabajo, a pesar de lo lejos y de lo poco que te motiva.
    Lo segundo, Ya lo has dicho, no pelees si no te apetece. Además, tus panes y bollos tienen mejor pinta que algunos que hay por esas "panaderías" del mundo.
    Besos

    ResponderEliminar
  13. Por lo menos trabajáis lejos del gluten. Yo trabajo en una cocina donde me paso media jornada haciendo pinchos (mini bocadillos). Horneo pan, frío los rellenos ( muchos rebozados con pan) y los relleno. Es decir, tengo gluten hasta en la ropa durante todo el día!!!! El resto de la jornada cocino comida que no puedo probar (menuda cocinera...)Y para poder comer algo, que me tengo que traer de mi casa, tengo que buscar un rincón poco contaminado e intentar limpiarlo. Hay días que sobrevivo a base de cafés y fruta por falta de tiempo y/o de ganas. Y como mi jornada es larga ( de 7'30 a 17'30 seis días a la semana) ando cansada y de mal humor. Llevo diagnosticada dos años. Mi aparato digestivo está mucho mejor, pero yo mas cansada y agobiada que antes.Creo que esto me está deprimiendo. Nunca me quejo a nadie, pero después de leer el post y los comentarios me apeteció desahogarse. Gracias a todas y ánimo, que no puedan con nosotras.

    ResponderEliminar
  14. Hola Nuria, comprendo tu situación. Al menos la anímica porque al final acabas pasando de todo y de todos. A mi me ha pasado. Mucho ánimo para que el hastío no se apodere de tí y puedas sobrellevar tus horas en el trabajo lo mejor posible.

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...